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Ansiedad en Niños





  • Los niños que padecen este trastorno se preocupan excesivamente por aspectos de su vida, tales como sus estudios, deportes, puntualidad en la escuela e incluso desastres naturales.
  • Si es padre o tutor, es vital que detecte cualquiera de las señales  de estos trastornos de ansiedad.
Entre las más relevantes tenemos: 

  • Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG): . Estos niños tienden a ser inquietos, enojones, tensos y se fatigan fácilmente. Se preocupan demasiado por todo. 
    También, a menudo desean ser personas complacientes y "perfeccionistas", y no se conforman con nada que no sea perfecto, para no decepcionarse tanto. De igual manera, tienen dificultad para concentrarse o dormir, carecen de confianza en sí mismos, y algunas veces, podrían necesitar ser tranquilizados.
     Las niñas son dos veces más propensas a padecer el trastorno, en comparación con los niños.
    Trastorno de Ansiedad por Separación: Como su nombre lo indica, este trastorno se caracteriza por una intensa ansiedad, que se manifiesta en los niños cuando estos perciben que podrían ser separados del hogar, de los miembros de su familia.
    A menudo, estos niños tienen una gran necesidad de quedarse en casa o estar cerca de sus padres. Esto podría afectar sus habilidades sociales y académicas.
    El trastorno de ansiedad por separación en los niños podría ocurrir en diferentes momentos durante los años escolares, especialmente en el kínder, secundaria o preparatoria. 
    Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC): Los niños que padecen TOC, manifiestan obsesiones (pensamientos frecuentes e incontrolables) y compulsiones (rutinas o rituales para eliminar dichos pensamientos y evitar consecuencias imaginadas). Estos dos componentes de TOC podrían ocupar gran parte del tiempo del niño, al perturbar sus rutinas diarias y aumentar sus niveles de ansiedad.
    Los primeros síntomas de TOC suelen aparecer durante la primera infancia o adolescencia, y la mayoría de los niños son diagnosticados a los 10 años de edad. 
    Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Esto afecta a los niños que han sufrido un trauma físico debido a incidentes, tales como accidentes automovilísticos o abuso físico o sexual, o un trauma emocional, debido a ser testigo de un tiroteo o un desastre natural. Los niños podrían traumatizarse más fácilmente, en comparación con los adultos, y es por eso que algunos eventos, que es posible que no sean traumáticos para los adultos, podrían ser emocionalmente angustiosos para los niños.
     Es posible que después del evento, algunos niños manifiesten temor, tristeza o aprensión, aunque podrían recuperarse de estos sentimientos.
    Fobia social: Esto se refiere a un miedo excesivo y persistente hacia situaciones y/o comportamiento social que podrían ocasionar vergüenza y/o críticas negativas sobre su personalidad.
    A diferencia de los primeros cuatro trastornos de ansiedad, que se observan a menudo en los niños, la fobia social no suele afectar a los niños pequeños, pero se manifiesta evidentemente en adolescentes o niños de mediana edad.
    Los síntomas físicos que aparecen junto con la fobia social incluyen sudoración, sonrojado, palpitaciones cardiacas, dificultad para respirar y tensión muscular.
Cuide de sus niños aportándoles buenos hábitos de comportamiento, alimenticios y familiares. El equilibrio de sus emociones les dará la  fortaleza que necesitan. 


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